La experiencia del usuario se centra en el proceso de una persona al interactuar con un producto en un entorno o con un dispositivo concreto. Por ejemplo, se fija en todo lo relativo a la experiencia de una persona al navegar en una página web o a través de una aplicación móvil.

Conocido también como UX (User Experience), este concepto indaga en cómo satisfacer las necesidades del cibernauta durante su viaje digital. Para ello tiene en cuenta una serie de factores y se realizará preguntas como ¿con qué facilidad accede el usuario al contenido de la web? ¿qué secciones visita y en qué orden? ¿es fácil contratar los servicios?

La eficacia de la interacción determinará si, al final del proceso, la percepción del cliente sobre la marca es positiva o negativa. Si la experiencia es única y agradable, la comunicación habrá tenido éxito y eso se traducirá en un beneficio tangible para la empresa.

5 factores para una experiencia de usuario de éxito

Generar contenido de calidad (content marketing) es una de las estrategias más eficaces en marketing. Sin embargo en la actualidad es imprescindible tener en cuenta también la UX, es decir, el envoltorio con el que se presenta ese contenido.  ¿De qué forma llega la información al cliente? Y, lo más importante,  ¿qué sensaciones tendrá al interactuar con la marca? La experiencia del usuario se preocupa por cómo responde emocionalmente una persona al contenido, a la estética y al diseño de una propuesta de consumo.

Estos son los aspectos más importantes a tener en cuenta para una UX eficaz:

  1. Tiempo de carga. La impaciencia es uno de los rasgos más marcados de los usuarios en la actualidad. Por eso hay que optimizar el tiempo de carga de nuestra web para empezar el viaje con buen pie. Las webs más perfeccionadas se cargan en menos de un segundo, y Google premia a las más veloces posicionándolas antes en el buscador.
  2. Diseño limpio y claro. La primera impresión es la que cuenta, así que tendremos que optar por un diseño ordenado, atractivo y alineado con los valores de la empresa. Hay que evitar abarrotar la información; siempre clasificar el contenido con coherencia; y disponer los elementos en la web de manera que un dedo pulgar robusto pueda navegar con facilidad desde un móvil. ¿Un ejemplo minimalista y despejado? La web de PayPal.
  3. Las imágenes y los vídeos ganan terreno, así que son elementos que no debemos descuidar a la hora de crear un entorno que cautive al visitante y le despierte sentimientos agradables. Lo visual tiene un gran poder de conectar emocionalmente con las personas.
  4. Información organizada. No sabemos de qué manera llega el usuario a nuestra página web, así que deberemos ubicar el contenido en secciones claras. Deberán ser muy accesibles los detalles de nuestros productos y servicios, así como otro tipo de información relevante para culminar el proceso de compra (por ejemplo las llamadas a la acción o, como hace Amazon, las reseñas de sus productos, que resultan muy útiles a los usuarios).
  5. Scroll vs click. Más scroll y menos clics: muchas empresas ya han entendido que una experiencia del usuario eficiente debe respetar esta máxima en el diseño. En la era del smartphone como dispositivo predilecto para navegar por Internet, es oportuno apostar por minimizar los links.

Para lograr una UX optimizada, la empresa debe ser capaz de generar un clima placentero para el usuario, a través de contenido de calidad que genere emociones positivas, y de un diseño eficaz que tenga en cuenta las últimas tendencias; entre ellas, la adaptabilidad al teléfono móvil, el dispositivo con más fuerza y potencial en la actualidad.