La polémica estrategia de marketing en cinco ejemplos

¿Es posible influir en las decisiones de las personas a través de percepciones subliminales? Lo cierto es hay mensajes que logran traspasar las barreras de nuestra mente: atraviesan el umbral de nuestro consciente y llegan directos hasta el inconsciente. Allí permanecen dormidos hasta que emergen en el momento clave. Por ejemplo, en la decisión de compra.

Por eso el marketing digital utiliza a menudo este recurso:  cuela en sus anuncios imágenes que refuercen el mensaje o que sean más atractivos para su audiencia por estar vinculados a la riqueza, a la felicidad o al sexo. Así atraen más la atención y generan más impacto. ¿Un ejemplo? La botella de Coca-Cola, donde muchos han querido ver una figura femenina, curvilínea y sinuosa.

En la otra cara de la moneda están quienes aseguran que la publicidad subliminal no es tan poderosa como parece: varios estudios han demostrado que solo tiene efecto cuando el usuario ya tiene cierta predisposición por la marca antes de visualizar el anuncio. Si no, las probabilidades de influenciarle caen en picado.

Mientras se esclarece su efecto real, el marketing continúa haciéndose eco de esta estrategia polémica. A continuación, cinco ejemplos.

Cinco campañas con mensajes subliminales

1. Marlboro. Al prohibirse la publicidad en las carreras de Fórmula Uno en los años 90, la marca de cigarrillos optó por substituir la imagen de un paquete de tabaco por un código de barras que imitaba su forma y sus colores.

2. Magnum. El cartel que publicita la línea light de los helados Magnum muestra de forma subliminal la silueta de un cuerpo de mujer, lanzando un mensaje encubierto.

3. FedEx. ¿Qué hay entre la “E” y la “x” del logo de la marca de logística? Un agujero con forma de flecha que quiere evocar la rapidez y la precisión con la que la empresa ofrece sus servicios. ¿Qué imágenes se consideran “tolerables” en la publicidad subliminal y cuáles no? ¿Dónde está el límite?

4. Burger King. La mujer que aparece en el anuncio parece sorprendida ante un nuevo producto de la cadena estadounidense, aunque su segunda lectura es mucho más sexual.

5. Toblerone. Dentro del logo de Toblerone puede verse escondida la silueta de un oso dentro de la montaña. Es un homenaje a los fundadores de la marca de chocolates, nacidos en Berna y conocida como “la ciudad de los osos”.